Entre el agua y la tierra: conservación y restauración inclusiva en los páramos andinos
De la exclusión a la cohabitación en tema de conservación ambiental
El 2018 marcó un punto de inflexión en la conservación de los páramos y bosques altoandinos en Colombia. La aprobación de la Ley de Páramos significó un cambio de paradigma. En lugar de un modelo de conservación excluyente que generaba conflictos con las comunidades locales, se empezó a buscar un equilibrio entre la protección ambiental y las prácticas de subsistencia de quienes habitan estos ecosistemas.
De hecho, los ecosistemas de páramos y bosques altoandinos no son solo espacios naturales, también, son territorios vivos, moldeados por diversas visiones y usos. Desde una perspectiva ecológica, económica, cultural y social, estos ecosistemas ofrecen múltiples recursos y servicios que pueden generar tanto tensiones como oportunidades para la conservación.
Estos territorios pueden compararse con un libro de milhojas, donde cada capa representa una interpretación distinta, un significado otorgado por sus habitantes, lo que llamamos territorialidades. Estas visiones influyen en el uso de los recursos del ecosistema. Aunque algunas pueden entrar en conflicto en torno a su conservación o aprovechamiento, también pueden dar lugar a iniciativas que equilibren el desarrollo sostenible con la protección del entorno.