
Desde los Andes hasta África: polinización cruzada entre Impulso Verde y decenas de organizaciones internacionales para una apicultura sostenible

Jimma, Etiopía | 20 de mayo de 2025
En Jimma, una ciudad etíope rodeada de cafetales y colinas verdes, se escuchó un zumbido distinto. No era solo el de las abejas africanas, resilientes y laboriosas, sino también el eco de experiencias traídas desde los bosques altoandinos de Colombia. Allí, en el corazón del Segundo Foro Internacional sobre Apicultura y Polinización Sostenibles, la Fundación colombo-francesa Impulso Verde Kuaspue compartió su visión de una apicultura que no solo produce miel, sino que regenera territorios y teje comunidad.
“Queremos volvernos referentes en apicultura comunitaria y en conservación de las abejas nativas sin aguijón”, explicó Antoine Gérigné fundador y representante de Impulso Verde.
Durante tres días, el foro —organizado por la FAO, los gobiernos de Etiopía y Eslovenia, Apimondia y ONUDI— fue un espacio de intercambio entre saberes tradicionales, innovación tecnológica y políticas públicas. Se habló de cooperación internacional, de jóvenes apicultores, de agroecología y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero también se habló de historias. Como la de Impulso Verde, que en el sur de Colombia ha logrado vincular la apicultura con procesos de restauración ecológica y economía local en territorios marcados por la biodiversidad y la resiliencia.
“En Etiopía, por ejemplo, se producen 50.000 toneladas de miel al año, pero eso representa apenas el 10% de su potencial”, comentó Antoine. “El desafío no es solo producir más, sino estructurar toda la cadena de valor: desde la capacitación en técnicas productivas hasta la comercialización justa, pasando por la logística y la distribución. Y ahí es donde la experiencia comunitaria puede marcar la diferencia”.

Foto: Impulso Verde, siembra en el Yaramal en Ipiales
El foro coincidió con la conmemoración del Día Mundial de las Abejas, bajo el lema “Bee inspirado en la naturaleza para alimentar a todos”. En su discurso inaugural, el Director General de la FAO, QU Dongyu, llamó a las abejas “héroes silenciosos” y recordó que más de 20.000 especies de polinizadores —entre ellas mariposas, aves y murciélagos— sostienen la biodiversidad y la seguridad alimentaria del planeta.
Impulso Verde llegó a Jimma a sembrar alianzas. Su presencia en África es también una apuesta por el diálogo Sur-Sur, por la cooperación entre territorios que comparten desafíos similares: cambio climático, pérdida de hábitat, migración rural y necesidad de relevo generacional en el campo.

“Queremos demostrar que la apicultura no es solo una actividad que produce miel y otros productos apícolas, sino que también mejora significativamente la productividad de cultivos de las fincas como el plátano, el café, las hortalizas y los frutales, gracias al servicio de polinización que ofrecen las abejas”, concluyó Antoine. Además, es una forma de restaurar vínculos: entre las personas y la naturaleza, entre generaciones, entre culturas. Las abejas nos alimentan. Cuidarlas es también cuidar la vida”.

Comunicaciones Fundación Impulso Verde.