
Mis amigos los árboles, iniciativa de sensibilización
sobre la importancia de los bosques

Foto: Fundación Impulso Verde
Santiago de Cali, 23 de enero de 2025
Cuando una semilla se planta entra en contacto con la tierra y empieza un proceso sorprendente. Un granito se convierte rápidamente en un ser que brota abriéndose camino hasta consolidarse, para luego salir a la luz. Con la ayuda del agua, el aire y los otros elementos del ambiente se vuelve fuerte y las primeras hojas brotan como trazos de luz que sorprendentemente confirman que la vida emerge desde lo más simple.
Quizá imaginárselo sea sencillo y sin lugar a duda vivirlo es extraordinario, pero incentivarlo, orientarlo y guiarlo no tiene explicación. Es bajo este principio que Impulso Verde ha creado un programa que busca consolidar desde la semilla del ser humano el respeto por la naturaleza con Mis Amigos los Árboles, un proyecto dirigido a niños entre los 6 y 11 años que invita a los pequeños a imaginar un mundo mejor y darle color a la vida.
“Estamos convencidos que los niños son los agentes de cambio y necesitamos de su sabiduría para cambiar el mundo y enfrentar los retos que tiene la humanidad frente la pérdida de la biodiversidad”, asegura Antoine Gérigné, presidente y fundador de Impulso Verde, organización colombo francesa que trabaja por la restauración y conservación de los ecosistemas en Colombia.
“La iniciativa de educación ambiental crea conciencia no solo entre los chicos sino también entre padres, familiares y amigos”, agrega el vocero de la ONG al describir la naturaleza al programa que lidera la organización.
Desde su creación en el año 2020 y hasta la fecha, la propuesta de sensibilización ambiental ha logrado impactar cerca de 8.000 chicos de instituciones educativas localizadas en zonas rurales y urbanas en los departamentos de Nariño y Valle del Cauca principalmente, pero también ha recogido experiencias en ciudades como Bogotá y Pereira.
“No se trata de un taller de grandes reflexiones científicas, es una conversación sencilla que empieza despertando la creatividad de los niños a partir de imaginarse un mundo lleno de vida y romper con la rutina”, indica Laura Rubio, bióloga de la Fundación Impulso Verde, quien asegura que es asombroso la conciencia de los pequeños sobre la importancia de cuidar la naturaleza desde su cotidianidad y las grandes enseñanzas que se recogen en cada sesión, además de la creatividad y recursividad.
Los trazos con matices entre rojo, amarillo, verde, violeta y café son cómplices del encuentro que les permite a los niños dibujar el árbol de sus sueños. La ilustración, que refleja los sentimientos y experiencias de cada uno. “Cada dibujo es subido a la plataforma digital de Mis Amigos los Árboles y en conjunto las ilustraciones conforman el gran bosque digital”, indicó la bióloga Rubio al resumir la asegunda etapa del ejercicio de aprendizaje y citar la página web: https://mis-amigos-los-arboles.org/proyecto/

“El taller que se realiza con grupos de 25 niños aproximadamente y en tres etapas, trasciende cuando se involucra la tecnología porque les permite a los chicos sentir que hacen parte de un proyecto grande, del que al final no solo se sienten orgullosos los pequeños sino también sus papás, profesores y en general la comunidad que los rodea”, asegura Antoine Grérigné.
Luego de dos horas y media de actividades lúdicas los niños ven materializar su aporte a la naturaleza al enterarse que, por cada dibujo, la Fundación Impulso Verde garantiza la siembra real de un árbol y la conformación de un bosque que les asegura oxígeno para la vida. “Somos el conducto para volver realidad ese sueño de los niños y enseñarles por qué son la solución para el futuro”, agregó Antoine.
Cada actividad de Mis Amigos los Árboles finaliza con una jornada práctica ambiental que puede ser la siembra de los individuos arbóreos o una actividad de interacción con la tierra a través de la cual se les enseña el valor de las semillas y cómo desde la cotidianidad seguir contribuyendo al cuidado del medio ambiente.

Deicy Bolaños, facilitadora de Ipiales, asegura que: “Hay mucha creativa al momento de hacer los dibujos, algunos por ejemplo son interactivos. Es fundamental ver cómo los niños y niñas piensan positivo y se creen y comprometen con el papel de guardianes de la naturaleza”.
“El ejercicio no solo nos ha permitido sensibilizar a los niños, hoy contamos además con un grupo de 15 facilitadores en Nariño que se han convertido en voceros de la iniciativa; en su condición de tallerista están en permanente contacto con Impulso Verde, en busca de retroalimentar el ejercicio y mejorarlo progresivamente”, indicó Laura Rubio quien además agregó que el proyecto ha contribuido a forjar algunos futuros ingenieros ambientales del país.
“En los talleres les hablamos a los niños del valor tan grande que representan los árboles en nuestro territorio, les mencionamos la importancia de cuidarlos y de cómo está conformado cada individuo; la conversación también se enfoca en las especies que tenemos dentro en nuestro resguardo”, así describe el proceso Adriana Marisela Potosí Cuasquer del municipio de Cumbal en Nariño, otra facilitadora.
Mis Amigos los Árboles ha trascendido fronteras a tal punto que organizaciones como ‘A Tree For You’ se han vinculado en asocio con la Fundación Impulso Verde, integrando la iniciativa a la siembra de 30.000 árboles que se han instalado. En el ejercicio se han impactado 150 niños, el mismo número que se espera haber sensibilizado al cierre de 2024.
Si bien restaurar ya es un logro, con este programa la Fundación Impulso Verde contribuye a la recuperación del Río Guáitara, uno de los afluentes del sur del país, confirmando así que el futuro de la iniciativa ya deja huella, abre puertas y se convierte en modelo ante el mundo.
Así la semilla de Mis Amigos los Árboles emerge como principio de la biodiversidad, ratificando que somos el Impulso Verde de Colombia.
Contacto Comunicaciones Fundación Impulso Verde Kuaspue
Vanessa Suárez / 3146603268
Lina María Castaño Toro / 3217747801