Impulso Verde: Un aliado estratégico para las comunidades y el territorio en Nariño y el Valle del Cauca
Asociación Indígena de la Mujer Emprendedora, Red de Viveros de la Fundación Impulso Verde, Nariño
- Más de 1.200.000 árboles nativos plantados en Nariño, por una red de 16 viveros comunitarios conformadas por 200 familias locales.
- Producción de una tonelada de miel desde 2022, promoviendo ingresos sostenibles y polinización.
- Sensibilización de 5.400 niños sobre la biodiversidad y los bosques a través del programa «Mis Amigos los Árboles»
Cali, Colombia. Julio 10 de 2024
Con un compromiso inquebrantable hacia la sostenibilidad y el desarrollo económico, la Fundación Impulso Verde Kuaspue ha estado trabajando de la mano de las comunidades de Nariño y Valle del Cauca. A través de iniciativas innovadoras y una colaboración estrecha con las comunidades locales, esta organización ha logrado implementar proyectos que no solo generan ingresos, sino que también preservan la biodiversidad y revitalizan las prácticas ancestrales.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentra la creación y desarrollo de una red de viveros comunitarios en Nariño, que empezó con 3 en 2016 y que reúne ahora a 16 asociaciones y más de 200 familias. Estos viveros han permitido la siembra de más de un 1.200.000 árboles nativos a la fecha, protegiendo así los recursos hídricos y restaurando el bosque altoandino.
«La restauración es un tema supremamente importante, especialmente para proteger los páramos en Colombia, que abastecen más del 70% del agua potable del país. En Cali y Nariño producimos los árboles para la reforestación», precisó Antoine Gérigné, presidente y fundador de la Fundación Impulso Verde.
Tatiana Hernández, Responsable Negocios Verdes de Impulso Verde
Impulso Verde también ha trabajado arduamente en la recuperación de prácticas ancestrales a través de las shagras, pequeñas huertas que fortalecen la seguridad alimentaria y preservan la cosmovisión indígena. Estas huertas no solo proporcionan alimentos frescos y nutritivos, sino que también sirven como un recordatorio del profundo conocimiento ecológico y cultural de las comunidades indígenas.
«Con el establecimiento de las shagras, recuperamos el uso y costumbres de las comunidades indígenas, devolviendo la cosmovisión a estos territorios», resaltó Edwin Orlando Piarpuezan, ingeniero agrónomo de la Fundación Impulso Verde.
La transformación de plantas aromáticas y medicinales en productos de valor agregado, como aceites macerados y jabones naturales, es otro ejemplo del enfoque innovador. Estos productos no solo generan ingresos, sino que también promueven el uso sostenible de los recursos naturales locales.
Un ejemplo de este éxito, ha sido el proyecto de la Asociación de Indígenas de la Mujer Emprendedora, quienes han revivido el cultivo de cebada y trigo, que han logrado la molienda del grano en harina, ‘chara’ y ‘aco’, además de aprender a hacer productos de panadería.
Otra alternativa económica impulsada, ha sido la apicultura a través de la creación de apiarios, donde las asociaciones han encontrado una fuente estable de ingresos mientras contribuyen a la polinización y a la conservación de la biodiversidad. Desde 2021, estos apiarios han producido más de una tonelada de miel, demostrando ser una alternativa económica viable y sostenible.
«Queremos aumentar la producción de abejas para tener más polinizadores, asegurando el sustento diario del campesino», mencionó Sebastián Villarreal, de la Asociación Agroecológica AgroTúktu.
Impulso Verde: Un Modelo de Trabajo Colaborativo y Respetuoso
Desde 2016, la Fundación Impulso Verde ha sido un aliado estratégico para las comunidades indígenas y campesinas de Nariño y el Valle del Cauca. Su enfoque participativo asegura que las soluciones se diseñen e implementen en conjunto con las comunidades, respetando sus conocimientos y experiencias. Este modelo ha permitido no solo la conservación del medio ambiente, sino también el fortalecimiento socioeconómico y cultural de las regiones donde operan.
Finalmente, la educación ambiental es una de las grandes estrategias que impulsa una mayor conciencia y armonía con el territorio. A través del programa ‘Mis Amigos los Árboles’, han logrado sensibilizar sobre la importancia de la biodiversidad y de los bosques a más de 5.400 niños y niñas.
Todo esto no sería posible sin el apoyo de las empresas privadas que quieren actuar para el medio ambiente y entidades públicas, que han construido una relación de confianza con el equipo de Impulso Verde, el cual trabaja cada día de la mano con la comunidad en el mismo territorio. «Somos un equipo multicultural, dedicado al desarrollo ambiental, social y económico del territorio», puntualizó Gérigné.