Cuando los diálogos se encuentran:
intercambio en el Amazonas sobre reforestación
Fotografías: Juan Carlos Valencia M.
El pasado mes de julio, tres ONG franco-colombianas organizaron un encuentro entre comunidades de la Amazonia, el Caribe y la Región Andina. El objetivo era intercambiar las mejores prácticas de reforestación y protección de la biodiversidad.
Reunión por el ambiente
Cuando un agricultor de los Andes en Nariño (Colombia) se encuentra con un agricultor del Amazonas, ¿de qué hablan? Historias de semillas, de reforestación, de la luna, de los mosquitos, de la humedad, de la selva, de la cosmogonía, de la miel, de los viveros, de la fiebre amarilla, de la danza y de mil cosas más de la vida. La distancia entre Cumbal, en el Nariño, y San Martín, en el Amazonas, ya no se mide en kilómetros, ni siquiera en horas de viaje. Es casi como si se juntaran dos mundos, con creencias diferentes, una naturaleza distinta, un rango de temperatura diferente y una vida cotidiana a veces opuesta. Pero la misma obsesión: respetar, proteger y comprender lo mejor posible a la madre naturaleza.
Carlos Alirio Chinguad de Impulso Verde
Desde la región andina y el Caribe hasta el Amazonas
Este encuentro, que tuvo lugar en julio de 2022, se debe a la voluntad de tres ONG franco-colombianas: Impulso Verde, Forestever y Envol Vert. Las tres se dedican a la reforestación, la protección de los bosques y la biodiversidad. Cada una de ellas trabaja en una región diferente de Colombia (la Andina, la Amazónica y la Caribeña), con realidades de campo distintas, pero con preocupaciones comunes: se centran en la restauración de los ecosistemas forestales al tiempo que fortalecen la sociedad civil con las comunidades indígenas, afrodescendientes y/o víctimas y desplazadas del conflicto interno en Colombia. Buscar alternativas a la deforestación mediante el apoyo y la formación de redes de comunidades, es en parte, el credo de estas organizaciones financiadas principalmente por Francia con la Agencia Francesa de Desarrollo-AFD a la cabeza.
Máikov Dumas de ForestEver
Intercambio de conocimientos para proteger la biodiversidad
Partiendo del principio de que el conocimiento se comparte para generar más conocimiento, en 2021 nació la idea de una serie de intercambios para facilitar la circulación de la información. El primer intercambio de conocimientos tuvo lugar en noviembre de 2021 en Ovejas, Sucre, entre las comunidades de las tres regiones; y el segundo, del 3 al 7 de julio de 2022, en las comunidades de San Martín de Amacayacu y Arara, en el municipio de Leticia, en el trapecio amazónico colombiano.
En esta ocasión, el programa incluía presentaciones teóricas y talleres prácticos, visitas de campo y comentarios sobre viveros, restauración de corredores ecológicos y proyectos de transformación de productos del bosque en alternativas económicas a la deforestación. Cada uno llegó con su propia experiencia, para compartirla y aprender de los demás, tanto de lo bueno como de lo malo.
Cita en territorio desconocido
Esta vez, la reunión tuvo lugar en la casa de la comunidad indígena de San Martín de Amacayacu y Arara, la comunidad Tikuna, cuyo pueblo es el grupo étnico más numeroso de la Amazonia, con más de 15.000 personas. Viven principalmente de la pesca, de la caza y del cultivo de la yuca, que transforman en fariña.
Uno de los elementos centrales y vitales de su pueblo es la chagra, una especie de huerto donde los nativos cultivan alimentos y plantas como la yuca, el plátano, el aguaje o moriche, el cacao y el açaí. Estas zonas se gestionan de forma rotativa y cuando los indígenas deciden dejar descansar la tierra, plantan árboles forestales para garantizar la disponibilidad de madera a futuro.
Cada chagra tiene períodos de cultivo de unos cuatro años, por lo que cuando vuelven a un lugar que ha sido cultivado en el pasado, es de nuevo fértil para un nuevo ciclo de cultivo. Este modelo de rotación permite un uso más optimizado de los recursos del bosque y la sostenibilidad de las comunidades indígenas.
El otro espacio central de la comunidad, donde se realizaron las actividades del intercambio, fue la maloca, una enorme construcción de madera y caraná que simboliza la expresión física del conocimiento y el respeto a la naturaleza. Es allí, en el suelo de tierra comprimida, donde todo el grupo, una mezcla de amazónicos, andinos, caribeños y franceses, se instaló para seguir los distintos talleres de la reunión.
Talleres: aprender de los demás
La espiritualidad está omnipresente en las culturas indígenas, y en la inauguración de las fiestas no podía faltar esta dimensión. Antes de comenzar los talleres, el grupo de Nariño preparó una ceremonia: el ritual de armonización en nombre del sol de los Pastos, una actividad centrada en la canalización de la espiritualidad y la enseñanza con el fin de preparar los cuerpos, las mentes y los espíritus para las actividades de aprendizaje.
Luego, ¡a trabajar!
Taller sobre alternativas económicas
Encontrar alternativas económicas a la deforestación y permitir que las comunidades puedan aprovechar sosteniblemente sus recursos naturales es una de las principales misiones. En este taller, las organizaciones Impulso Verde y Envol Vert presentaron los productos del bosque que han desarrollado con los campesinos de su región, como jabones ecológicos, miel y harina de guáimaro. Los ticunas, por su parte, mostraron a los visitantes su planta para procesar la pulpa de açai, una palma amazónica cultivada por su fruto, que forma parte de la dieta indígena y tiene importantes propiedades nutricionales. Se utiliza para elaborar bebidas, helados y diversas preparaciones alimenticias. Para los ticunas, el cultivo del açaí es un negocio verde que da sustento a varias familias.
Laura Velandia de Envol Vert
Taller sobre el calendario ecológico
El objetivo fue determinar el mejor momento para plantar, sembrar y cosechar, en función de la época del año y, en particular, del calendario lunar. Cada región identificó la disponibilidad de las especies cultivadas culturalmente en sus comunidades, información valiosa para salvaguardar los conocimientos ancestrales y proteger la diversidad biológica de sus lugares de origen. Porque aunque los antiguos conocían la relación entre los ciclos de la Luna y las culturas, este precioso conocimiento tendía a desaparecer porque no se escribía ni se compartía. Así, cada grupo dibujó sus calendarios ecológicos según el ecosistema en el que viven y las semillas que tienen disponibles.
Taller de Fariña
La fariña es un alimento ancestral de la región amazónica. Se elabora a partir de la yuca y tiene un aspecto granulado: se come con arroz, pescado, sopa e incluso açai. Durante la visita a Arara, andinos y caribeños pudieron conocer el proceso de elaboración de este popular alimento, que no sólo alimenta diariamente a las comunidades amazónicas, sino que es un recurso valioso de la economía local. Los visitantes pudieron ver la infraestructura que se ha desarrollado para mejorar el proceso de producción de fariña y cómo la comunidad se está organizando para fortalecer esta actividad.
Visita a Mocagua
La Fundación Maikuchiga, además de llevar a cabo procesos de protección y conservación del bosque y su biodiversidad y de turismo comunitario, rehabilita primates que han sido víctimas de la caza o del comercio ilegal de fauna. Los monos desarraigados de su hábitat llegan a sus instalaciones y comienzan un proceso de adaptación para preparar su futura liberación. Los visitantes descubrieron este centro de protección de monos y pudieron conectar con la selva amazónica y los seres que la habitan.
Saúl Mendoza de la Fundación Maikuchiga
Testimonio: Edwin Piarpuezan «Lo que me impresionó en el Amazonas”
La aventura no sólo fue educativa, sino también humana: entre la veintena de personas que vinieron de la costa caribeña y de Nariño, muchos nunca habían subido a un avión ni habían salido de su región. No es el caso de Edwin, ingeniero agrónomo de Impulso Verde y indígena de la etnia pasto, y sin embargo esta inmersión total en otra cultura tuvo un profundo efecto en él.
- La parte ancestral de la comunidad, su lengua, su ropa, sus creencias, sus mitos y leyendas. La cosmovisión del resguardo.
- La velocidad de crecimiento de las plantas y la descomposición de la materia orgánica. Es mucho más rápido que en nuestra región, en el Nariño.
- La diferencia entre nuestras chagras y las suyas. Las del Amazonas son muy extensas, talan árboles para liberar espacio para plantar árboles autóctonos y frutales…
- La economía de la región: dependen únicamente de la pesca, la artesanía y, ahora, del procesamiento de frutas (açai). No tienen ninguna otra línea económica y todo se hace y se comercializa en el mismo resguardo…
- El día de la visita a la reserva de Maikuchiga, me sorprendió ver que realmente se rigen por las leyes, normas y decretos de la comunidad indígena. Los que antes cazaban y vendían los monos se han convertido en sus guardianes y son los que los defienden y promueven su conservación. Es una historia preciosa.
¿Y ahora qué?
El próximo encuentro se realizará en noviembre de 2022 y será liderado por Impulso Verde y las comunidades de Nariño. Visitantes del Caribe y la Amazonia viajarán a los Andes, cerca de la frontera con Ecuador, para conocer una región rica en ecosistemas y cuestiones culturales, marcada también por la búsqueda de alternativas a la deforestación.